Policías y guardias civiles ya no soportan más abusos
Las FFCCSE – Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado – están hartas de que el Gobierno socialcomunista los desprecie, aunque los utilice para asuntos particulares como proteger la mansión del nuevo rico de Galapagar, que agradece sus servicios alentando a la chusma a insultar a la Policía y a arremeter contra la Guardia Civil, con el beneplácito del cínico Marlaska. Los socios separatistas de Sánchez se mofan de la Constitución porque garantiza nuestras libertades e intentan debilitar la Policía, la Guardia Civil y policías autonómicas, sabedores de que, en próximas elecciones, debido a las atrocidades cometidas, perderán el poder y quieren asegurarse el control de la calle-borroka. Para lo que necesitarán contar con una Policía y una Guardia Civil, previa e infamemente debilitada.
Cuanto más frágiles se muestren las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y decaiga el respeto hacia ellos, mejor vivirán los violentos y podrán repetir las imágenes del 15-M en Madrid, o del 1-N, en Cataluña, cuando tomaron la calle, quemando coches, fotos del Rey, banderas de España y mil contenedores, destrozando escaparates y asaltando tiendas y agrediendo, con total impunidad, a los agentes del orden. Así demostraron los antisistema su odio y de lo que son capaces, unas hordas descontroladas. Tras la manifestación multitudinaria de policías y guardias civiles, el 27-N, en la que ambos cuerpos se unieron por primera vez, contra la zafia ley podemita de Seguridad ciudadana, respaldada por Sánchez y Marlaska, que deja totalmente desprotegidos a los agentes frente a los iracundos, Sólo PP, Cs y Vox, se han interesado por el futuro de unos agentes especializados en intervenciones de muy alto riesgo, como secuestros, detención de narcotraficantes y terroristas peligrosos.
La Policía y la Guardia Civil saben que Sánchez es escurridizo cual anguila y que miente más que habla: juró equipararles el sueldo al de un mosso d´esquadra y siguen cobrando hasta 7 mil € menos al año. Hablo de policías estrictos y guardias civiles de élite que duplican y triplican turnos cada verano para proteger al ególatra y sus amigotes en palacios que mantenemos los españoles con nuestros impuestos. Son agentes dignos, alimentados con bocatas de choped y sardinas en lata, mientras el sátrapa reparte caviar iraní, marisco gallego y champagne francés entre sus invitados. La Policía y la Guardia Civil merecen un trato más humano y muchísima más consideración. Pero este Gobierno despilfarrador, fomenta que se les pierda el respeto y anestesia su autoridad, pues sueña con convertir España en una sucia República fallida, como Cuba, Nicaragua o Venezuela.
Quien respete a la Policía y la Guardia Civil, los verdaderos garantes del orden constitucional, por vocación, junto a las SS. AA., pueden dormir tranquilos. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fueron creadas para defender a la Nación y nuestras libertades. Feliz Navidad, con el deseo de que unas prontas elecciones, nos saquen de encima a este enloquecido Gobierno.
El mayor manipulador que existe, con permiso de Sánchez, se llama Marlaska, el peor ministro de Interior que tuvo España. Ahora sale por peteneras y canta con fina voz: “La extrema derecha y la derecha quieren manipular a la policía”. Pregúntenle a cualquier agente del cuerpo, quién es el que manipula y le dirá que es el cínico cantante.